jueves, 5 de julio de 2018

Invierno

En incipiente invierno, la tenue llovizna que destila el cielo
empapa aves que emprenden vuelo.
En mi voz, un intento de compás entonado
recita un salmo inspirado.
En mi corazón, el calor de un café
mantiene despierta mi fe.
En mi vista, éste par de ojos
refleja la profundidad de diez mares rojos
En mi mano, un bolígrafo oscuro
plasma mis cavilaciones en un papel puro:
¿Será ésta la -quizás última- lluvia profetizada?
¿Seremos nosotros esas aves de una generación empapada?
¡Bien pueden éstas voces despertar de su letargo al mundo!
¡Al son de salmos trastornar al cimiento más profundo!
¡Oh, si se conmovieran nuestros corazones!
¡Oh, si aquella fe contendiera contra nuestras humanas pasiones!
Porque todas las lágrimas de nuestras huidas
en Su redoma serían contadas y vertidas.
Porque sobre éstas barrosas manos de hombre redimido
la responsabilidad de blandir la Espada Escrita ha recaído
--------------------------------------------------------------
"¡Oh, aquellas inquietas calmas
  cuando se redimió a nuestras almas!
  ¡Oh, aquel supremo llamamiento
  de Su Omnisciente pensamiento!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario